Al dar el paso es importante tener en cuenta el riesgo.
Antes del COVID-19 el mundo digital no figuraba entre las grandes preocupaciones de los profesionales y pequeños negocios. De hecho, se hallaba a la cola, en el puesto 11, según rezaba el III “Estudio sobre el estado de digitalización de las empresas y Administraciones Públicas” del Observatorio Vodafone, publicado en 2019. La pandemia y los confinamientos han trastocado dicha percepción. Y es que la evidencia ha sido aplastante. Estudios como el de Kantar hablan de que en 2020 el número de compradores en línea ha crecido un 15%, sobre todo a expensas de los consumidores hasta ahora más reticentes, los de más de 65 años. Según IAB, asociación de publicidad y marketing digital, un 72 % de las personas usuarias de Internet en España, de entre 15 y 70 años, son compradores en línea. Ante estas cifras, muchas pymes y autónomos se han animado a cruzar el charco.
El presente reportaje está basado en la cuarta edición del Digital Summit, dedicado a “Las claves de la trans- formación digital”. Lo organizaron Eurocaja Rural, su fundación, y Vodafone Business, y fue presentado y moderado por Manuel Campo Vidal. Abrió muchas reflexiones. La primera, que la digitalización, pues ya está aquí, pero siempre al servicio de las personas. Que los sentimientos, las emociones, no se pueden digitalizar, y más con el tipo de producto con el que trabaja este sector. Aunque es esencial ser proactivos para reforzar nuestra actividad empresarial.
Durante el encuentro se incidió en que es importante que tengamos en cuenta el concepto de riesgo en nuestras empresas. “Cuando llegó la pandemia nos tuvimos que hiperconectar, y unos estaban preparados y otros no. Los que ganan en ello son los ciberdelincuentes, se espera que unos 6 trillones de dolares en 2021 -explicó Xabier Mitxelena, managing director de Iberia Security y Lead. Accenture-. Este tipo de organizaciones busca el eslabón más débil de la cadena. Se ha produccido un incremento de las estafas, aprovechándose de una situación crítica”.
Javier Castro, CEO de Beedigital, lo que antiguamente conocíamos como Páginas Amarillas, expuso el cambio radical vivido en su modelo de negocio, del papel a la red, y dio unos sabios consejos de lo que han aprendido en este camino. Desde buscar el sentido de urgencia, que en su caso ha sido evidente, hasta “obsesionarse tanto porque nuestro producto sea extraordinario como por lo que quiere el cliente. Basándose en datos, no en opiniones, siempre hay que escuchar al comprador y empatizar con él”.
La necesidad de dar el paso también hay que vivirla acompañada por la profesionalización. Existen ayudas para las pymes y su transformación digital. Contar con la ayuda de un partner tecnológico es muy importante para dedicarnos a lo que nosotros de verdad sabemos hacer. En este sentido, muy significativa la explicación que dio Carolina Nieto, de Alevoo Spain, como ejemplo de transformación de una empresa agroganadera y cómo la digitalización les está permitiendo crecer y entrar en distintos mercados internacionales. Y sus recomendaciones: “Muchísima paciencia, porque no todos vamos a la misma velocidad. Segundo, optimismo y disposición al cambio. Y finalmente, rodearse de los mejores para hacer las cosas bien, los que saben y tienen conocimiento y experiencia. Con ello el éxito está asegurado”. Con esa receta esta empresa 100% femenina se ha colado en mercados tan remotos como Emiratos Árabes Unidos o Corea del Sur.
Y finalizamos con la intervención de Carlos Javier Hernández Yebra, delegado territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha: “Nada se destruye, todo se transforma, la energía se va transformado, los delincuentes se han transformado, la manera del acceso a la información, ya no se reunen las familias en torno a una misma pantalla, cada miembro se asoma al mundo con una”.